Estas cuatro imágenes que vemos resumen dos elementos esenciales lo que tiene que tener una sala de juegos infantil: alfombras en el suelo (si no tienes moqueta), pues es donde más juegan y tienen que estar calentitos y protegidos, y estanterías con cajones para guardar los juguetes.
Si, además, hay algún sillón, puf o sofá donde poder tumbarse a leer, se convierte ya en ideal.
En cuanto a la decoración, las guirnaldas triangulares de colores y los vinilos adhesivos son siempre un acierto, así como las paredes pintadas en tonos pastel.
Si, además, puedes añadirle una mesa con unas sillas para que puedan escribir, pintar y hacer sus deberes en un entorno amigable, aún mejor.
En este caso se incluye también elementos tan chulos como cocinitas y puestos de venta, así como una estantería para los libros y una mesa para el ordenador, donde también podrán jugar. En cuanto a la decoración, volvemos a ver guirnaldas.
En esta habitación, se juega con los niveles para crear espacio para dormir y para jugar. Es un poco como jugar al Tetris pero es válido si no dispones de mucho espacio.
En nos proponen colores más vivos para la decoración, pero siempre manteniendo la idea de la alfombra y las estanterías.
Como colofón final, tener balancines y toboganes de madera en tu propia casa nos parece una maravilla, aunque entendemos que no está al alcance de todos, así que no os preocupéis. Quizás con un caballito balancín es más que suficiente para que los niños se diviertan.
Esperamos que podáis llevar a la práctica algunas de estas propuestas y que tus hijos tengan una sala de juegos en casa de ensueño.