Hoy he recordado mi visita a la casa de Dalí, en Cadaqués (Costa Brava, Girona) y, como podréis suponer, está llena de elementos discordantes y surrealistas. Su casa estaba impregnada de su arte. Es por eso que se me ha ocurrido escribir este artículo en el que os animo, si os gusta este estilo, a añadir elementos y muebles de aire surrealista en vuestro hogar. No es apto para todas las mentes, aviso. Tienes que estar familiarizado con las obras de Dalí, Magritte, De Chirico, Max Ernst y otros artistas del surrealismo.
SOFÁS Y SILLONES
Todos tenemos en la imagen el mítico sofá con forma de labios rojos de Dalí, ¿verdad? Pus bien, los sillones dan mucho juego a la hora de diseñar sus formas y darle un toque surrealista. Por ejemplo, este se derrite… los elementos derretidos son un símbolo muy recurrido en el surrealismo.
Asimismo, los muebles con formas de partes del cuerpo humano también pueden dar un toque surrealista a tu casa. ¿Qué te parecería sentarte en un sofá y que pareciese que te estás sentando en las dos manos juntas de un gigante? Me encanta la idea.
En este otro vemos, simplemente, un gran sofá de terciopelo y de capitoné, que juega con forma sinuosas. Lo que hay que fijarse en este salón es el conjunto, con un aire muy vintage en sofás, lámparas, carrito de bebidas, etc. y me recuerdan a ciertas estancias de la casa de Dalí en Cadaqués. Quizás el punto más surrealista es el laberinto en el suelo.
MESAS Y ESTANTERÍAS
Como ya hemos mencionado, las partes del cuerpo humano fuera de su contexto y con simbología tienen peso en el surrealismo. En esta mesita vemos que sus patas con cuatro piernas humanas. Un poco espeluznante… no apto para todos los gustos.
Otra vez vemos el efecto derretido en un mueble. En este caso parece que se ha vertido pintura encima de esta mesa de cristal y es muy original.
En el surrelismo se juega también con las deformidades y las dilataciones del tiempo y del espacio. Es por esto que este mueble, no sabemos si aparador, mesita de noche o sinfonier, está totalmente deformado. ¡Nos parece una verdadera obra de arte!
CUADROS, DETALLES Y ESCULTURAS
Sin duda, si te lo puedes permitir, ¿a quién no le gustaría tener un cuadro surrelista en casa? Bueno, aunque opino que están mejor en los museos para que todo el mundo pueda verlos. A continuación vemos dos cuadros-esculturas que juegan con las dimensiones. En esta, patas o verduras se salen del marco del cuadro…
En esta otra, el efecto es aún más impactante, porque algunas partes del cuerpo parecen salir a la fuerza de la pared. De nuevo, el surrealismo vuelve a incomodarnos y a impactarnos.
En este otro salón nos gustaría fijarnos en varios detalles. Por un lado, lo que parece un espejo y resulta ser un cuadro lleno de nubes y con una puerta al fondo. Por otro lado, los labios rojos, un símbolo muy recursivo en las obras de arte surrealista.
Si os fijáis, hay otro espejo, más pequeño, debajo a la izquierda, que tampoco es un espejo, sino un cuadro. De nuevo, el surrealismo juega a descolocarnos y a hacernos dudar de la realidad. Libres sois de fijaros en la silla y en el mueble-edificio. En conjunto, nos parece ideal.
Esperamos que os haya gustado este artículo, un poco distinto y más arriesgado de los que solemos escribir y que os animéis a incluir un pequeño elemento primero (como un teléfono langosta) y luego ir añadiendo más elementos o muebles conforme os sintáis cómodos.
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