A día de hoy, una de las obras más habituales en las viviendas es la del cambio de bañera por ducha. Una reforma que tiene un sentido tanto estético como funcional.
Los platos de ducha presentan un amplio abanico de ventajas sobre la bañera, pero una de las más importantes es la seguridad. Hay que tener en cuenta que es precisamente en la bañera uno de los lugares de la vivienda en la que más accidentes se producen debido a los resbalones.
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¿Por qué elegir una ducha antideslizante?
Es cierto que la bañera ofrece la posibilidad de instalar una alfombrilla para evitar los resbalones en la misma. Pero este tipo de alfombrillas presentan un gran problema: no son nada higiénicas. Al principio lucen resplandecientes sobre la bañera, pero al cabo de un par de usos, comienzan a acumularse bacterias en las mismas. Una situación peligrosa teniendo en cuenta que los pies están en contacto directo con las alfombrillas, pudiendo aparecer problemas como hongos.
Por lo tanto, la mejor alternativa son las duchas con platos antideslizantes para evitar accidentes, sobre todo si en casa viven personas mayores y/o con problemas de movilidad reducida. Este tipo de duchas no necesitan de la instalación de ninguna alfombrilla ni nada por el estilo; los platos están acabados con un material antideslizante que proporciona la mayor seguridad.
Además, una ducha es muchísimo más sencilla de limpiar que una bañera, por lo que resulta muchísimo más higiénica. Apenas requiere de esfuerzo eliminar todas las bacterias acumuladas por la humedad.