Quizás has notado este invierno que se disparaba la factura de la electricidad al tener radiadores, calefactores o calefacción eléctrica en tu hogar o en tu negocio. Es posible también que, debido a algún corte de luz, te hayas quedado sin calefacción, sin agua caliente o sin poder cocinar, que es lo que ocurre si todos los aparatos de la casa dependen de la electricidad. Por otro lado, si usas bombonas, estarás harto de cambiarlas o de que se te agoten por sorpresa. Si es así, seguramente habrás pensado en cambiar y pedir una instalación de gas natural en tu hogar para poder tener siempre agua caliente, la cocina a punto y un calor homogéneo y distribuido por todas las estancias de la vivienda. Pues bien, si vas a hacerlo, esta es buena época, así que te vamos a dar una serie de indicaciones para llevar a cabo el cambio a gas natural.
¿QUÉ SE NECESITA PARA INSTALAR GAS NATURAL?
Para instalar el gas natural en tu casa se necesita, antes que nada, saber si hay disponibilidad de gas natural en tu zona y en la finca en la que vives, es decir, si formáis parte de la «Red de distribución urbana» de gas natural. Puedes preguntar a la empresa distribuidora encargada en tu barrio o población.
¿CÓMO ES EL PROCESO DE INSTALACIÓN?
Para que forme parte de la red de distribución urbana es necesaria una instalación receptora de gas y de sus aparatos, como las tuberías por las que circula el gas natural. Esta instalación va desde el suelo urbano (por eso se suele llamar también «gas ciudad») situada en la válvula de acometida del exterior del edificio. Luego, es necesaria una instalación comunitaria para que el gas vaya desde el suelo urbano hasta el edificio para, así, conectar con los aparatos de gas cada piso o apartamento.
Por lo tanto, para disfrutar de gas natural en tu vivienda, se necesita una red de distribución urbana, una instalación comunitaria y una individual en cada casa.
¿CUÁNTO TARDA LA INSTALACIÓN COMUNITARIA?
La instalación comunitaria son una serie de tubos vistos que suben desde el suelo urbano hasta cada casa por la fachada. Para no alterar la estética del edificio, estos tubos circulan por la fachada del patio de luces siempre que se pueda hasta cada vivienda. Este proceso tarda pocos días, aunque depende de la altura del edificio y del número de viviendas.
¿CÓMO SE SOLICITA LA INSTALACIÓN INDIVIDUAL Y DE QUÉ CONSTA?
Cuando la instalación comunitaria ya se haya llevado a cabo, quedará en el exterior de tu vivienda un punto de conexión llamado «llave de usuario» o «llave de vivienda». Entonces, sólo tienes que llamar a la empresa distribuidora de tu zona para solicitar el suministro. Esta empresa procederá a realizar la instalación individual, que es de tu propiedad, ya que está dentro de tu casa.
Esta instalación consta de un contador colocado, generalmente, dentro de la propia vivienda. El resto varía un poco, ya que hay que adaptarse a los aparatos que haya en casa y que vayan a funcionar con gas natural. Normalmente, van a una caldera mixta de calefacción, calentador instantáneo de agua, radiadores, cocina… Un profesional autorizado será el encargado de colocar estos tubos desde la caldera a cada una de las estancias para que llegue el gas a todos estos aparatos.
¿CÓMO EMPIEZA EL SUMINISTRO DE GAS?
Una vez esté toda la instalación hecha, es el momento de firmar el contrato de suministro con una empresa comercializadora de gas natural. En la web de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia podrás encontrar una lista todas las comercializadoras que operan en tu zona para elegir la que más te convenga.
Finalmente, un inspector autorizado coloca el contador, revisa la instalación para asegurase de que cumple con la normativa vigente y que no hay fugas y que los aparatos están listos para su correcto uso.
Como ves, hay distintos pasos a seguir, pero el proceso merece la pena ya que ahorrarás dinero y, al mismo tiempo, podrás gozar del calor en tu hogar utilizando una energía más limpia y menos contaminante. ¿Te queda alguna duda? ¡Escríbenos!