Si estáis en un momento en el que tenéis una casa antigua en vuestra posesión y no sabéis qué hacer con ella, seguramente este artículo os va a interesar. Normalmente, hay dos motivos: o bien la habéis comprado con la idea de reformarla para vivir, o bien ha sido una herencia y no sabéis muy bien qué hacer con ella.

Si estáis en el segundo de los casos, lo primero es buscar un abogado de herencias, especialmente si hay más de un heredero, para ver qué se puede hacer con esa casa y averiguar si la podéis vender tal y como está, si os podéis poner de acuerdo en reformarla para venderla a un mayor precio, o si preferís quedárosla de forma conjunta y tener la propiedad para disfrutarla o para alquilarla. En ambos casos, hay una cuestión que es la misma: es una casa antigua y seguramente haya que reformarla. Así que una vez un especialista en herencias os haya resuelto la cuestión de la propiedad, hay que ponerse manos a la obra para devolver esta casa al presente y darle una nueva vida. Hoy os vamos a hablar de las claves para reformar una casa antigua para que os podáis hacer una idea global de lo que hay que hacer.

Muros y paredes exteriores

Claves para reformar una casa antigua: muros y paredes exteriores

Lo primera clave para reformar una casa antigua, especialmente si es una casa de pueblo y con cierto valor histórico que hay que preservar, es que un profesional revise una de las estructuras principales, como lo son los muros o paredes exteriores, especialmente si son de piedra. Por lo tanto, hay que comprobar su estado, repasar juntas y uniones si es necesario y aplicar un tratamiento de limpieza para devolver a la piedra su esplendor natural.

Tejado

Claves para reformar una casa antigua: tejados

El tejado es otro de los puntos principales y uno que suele estar deteriorado y que más problemas suele dar. En las casas antiguas es muy común que haya goteras e infiltraciones debido a que hay tejas mal colocadas, en mal estado o incluso rotas. Por lo tanto, es indispensable cambiar las tejas o el tejado de pizarra para acabar con las goteras y aislarlo de forma adecuada para que no haya humedades en techos y paredes.

Ventanas y puertas

Claves para reformar una casa antigua: puertas y ventanas

Los cerramientos de una casa, como las ventanas y las puertas, es otro punto básico a reformar en una casa antigua, ya que sufren especialmente el paso del tiempo y si no cierran bien, no hay un buen aislamiento térmico, entra el aire y el frío y, por lo tanto, no hay chimenea ni calefacción que valga. Así pues, hay que revisar marcos y cierres y, si hay que cambiar ventanas y puertas por completo,, informaros bien de la normativa en el ayuntamiento, ya que en las reformas de casas antiguas de pueblo hay ciertas normativas para preservar su aspecto original y, por ejemplo, deben continuar siendo de madera o teniendo un aspecto determinado.

Fontanería y electricidad

Claves para reformar una casa antigua: instalación eléctrica

Hasta ahora solo hemos hablado de aspectos externos que afectan al interior, por supuesto, pero a la hora de reformar una casa antigua hay que mirar bien el interior que no se ve y revisar con mucho hincapié las instalaciones de fontanería y de electricidad que hay realizadas. Si es una casa muy antigua, es muy probable que haya que realizar de nuevo la instalación eléctrica y cambiar el cableado, los interruptores y los enchufes para que sea segura y adaptada a estos tiempos. Lo mismo ocurre con la fontanería, es muy probable que os encontréis con cañerías de cobre que hay que cambiar sí o sí, así como que seguramente haya realizar nuevas canalizaciones para el baño y la cocina.

Estructura interior

Claves para reformar una casa antigua: reestructurar espacios

Podéis aprovechar la reforma para reestructurar el interior de la casa y rediseñar un espacio nuevo que se adapte a las necesidades y las forma de vida actual. Es posible que lugares como establos, graneros, hórreos o «lareiras» ya no cumplan su función principal y puedan ser transformadas en otros espacios.

En definitiva, si queréis reformar una casa antigua, hay que poner máxima atención tanto a sus instalaciones, que posiblemente ni siquiera cumplan con las normativas de seguridad actuales, así como su exterior, que ha sufrido las inclemencias del tiempo y seguramente necesite ser restaurado, conservando su aspecto primigenio y su valor histórico. No es una tarea fácil, pero preservar el patrimonio es muy loable y un símbolo de aprecio y puesta en valor del pasado y de la tradición familiar.