Aunque en algunas comunidades del norte de España veamos que empieza a llover tras un verano algo seco, hay en otras que continúa la sequía o, en general, llueve muy poco, especialmente en determinadas zonas de Andalucía. De hecho, esta comunidad decretó en mayo de este año la entrada en situación de sequía, en especial en las zonas de Cádiz y Huelva, y hasta hace apenas 10 días no tuvieron la alegría de la lluvia en sus tierras.
Por lo tanto, si vives en una zona donde llueve poco y tienes un jardín en casa o si tienes un pequeño huerto, es necesario un buen sistema de riego para que las flores y los cultivos prosperen, incluso cuando no estás en casa, así que hoy te vamos a contar los distintos sistemas de riego para el jardín, cuáles son las ventajas de cada uno de ellos y cuál elegir para tu jardín dependiendo de su tamaño y del tipo de plantas, arbustos, árboles o cultivos.
RIEGO POR GOTEO
El riego por goteo es un sistema de riego bastante popular. Se trata de unas cintas o tuberías que funcionan por goteo turbulento o por autocompensante integrado. Normalmente, tienen unas electroválvulas de riego que controlan el flujo del agua y permiten o cortan su paso.
El sistema de riego por goteo tiene como ventaja principal el ofrecer mucha flexibilidad para adaptarse a las necesidades de cada huerto, cultivo o jardín. Es un sistema de riego localizado que resulta bastante económico, fiable y uniforme en el reparto de agua, con unas pérdidas de agua prácticamente nulas.
Recomendamos el sistema de riego por goteo para jardines grandes, para huertos de un tamaño considerable y para cultivos. Es un sistema que se puede controlar y optimizar mediante programadores de riego, que resultarán más cómodos, especialmente si no siempre estás en casa o en la zona de cultivo.
ASPERSORES DE RIEGO
Otro de los grandes sistemas de riego de un jardín son los aspersores, por supuesto, y se ven mucho en jardines de zonas comunes de urbanizaciones, en jardines grandes con mucho césped y en campos de fútbol o áreas deportivas de césped. Son famosos por activarse a una hora determinada y pillarte pasando por allí desprevenido. Pero ahora en serio: los aspersores de riego son emisores que realizan una expulsión de agua en forma de chorro giratorio. Es la misma presión del agua la que genera el movimiento rotatorio que vemos en estos tipos de aspersores. Una de sus ventajas es ahorrarte el trabajo de regar cada noche el jardín, ya que lo hace solo y se puede controlar también mediante válvulas de riego y programadores de riego. Algo que puede preocuparte en estos aspersores es su alcance, especialmente si el jardín es grande, pero se puede variar este radio de actuación cambiando la boquilla, que son de corto, medio y alto alcance, a lo que se le puede sumar la variedad de cañones de riego para campos de fútbol o de otro deporte con una gran pista de césped.
MANGUERA
No podíamos acabar este artículo sobre los tipos de sistemas de riego sin hablar de la mítica manguera de jardín, cuyo recuerdo nos retrotrae a nuestros padres o a nuestros abuelos regando las plantas del jardín en las noches de verano. Las mangueras son precisamente para eso, para terrazas con macetas y maceteros, para huertos urbanos y para jardines pequeños en donde la manguera pueda llegar a cada rincón, siempre controlando el flujo y regando, pero sin pasarse, para no provocar un exceso de riego en determinadas zonas que asfixie las raíces de las plantas.
Esperamos que este artículo te haya servido para conocer los sistemas de riego y escoger el mejor para tu jardín, tu huerto o tu plantación agrícola, dependiendo de sus dimensiones y del tipo de plantas, arbustos y árboles que allí tengas.