Los puffs están de moda como mueble accesorio para prácticamente cualquier estancia de la casa, aunque se suelen ver más en ciertos rincones del salón, de la sala de estar y del dormitorio. A pesar de que, principalmente, son asientos, hay modelos que se pueden utilizar también como un baúl en donde guardar cualquier objeto, así como que se pueden usar de reposapiés para cuando estéis sentados en el sofá o en la butaca. A continuación vamos explicaros los tipos de puffs que hay y cómo quedan en distintas partes de la casa, así que vamos allá.
Tipos de puffs y sus funciones
Los puffs pueden tener varias formas y diseños, pero los que más se llevan son los circulares o con forma de tubo, los rectangulares y aquellos que tienen una forma parecida a una pirámide y que cambian de forma según te sientas. Aquí tenéis puffs rectangulares de todos los estilos para almacenaje, como reposapies o uso de asiento para que os hagáis una idea de las distintas opciones dentro de esa forma, aunque los redondos y los cuadrados también dan mucho juego y se aprovechan bien gracias a la versatilidad de sus funciones.
Puffs en el salón
Ahora que ya sabéis las formas y los usos que se le pueden dar a los puffs, vamos a ver qué tal quedan en el salón o en la sala de estar.
Al lado del sofá
Actualmente se llevan mucho los puffs redondos para la sala de estar, y se suelen poner a un lado del sofá o de la mesa de centro si se va a usar como asiento auxiliar, como reposapiés o incluso como mesa auxiliar para poder poner encima una bandeja con el café, con el ordenador portátil o lo que sea.
Al otro lado de la mesa de centro
También se puede poner al otro lado de la mesa de centro, cara a cara con el sofá, por si el objetivo es tener dos asientos extra cuando vienen invitados. Si no tenéis mucho espacio, comprad puffs que se puedan guardar debajo de la mesa de centro cuando no los esté usando nadie, pues resultas
En cualquier rincón
Otra opción perfectamente aceptable es colocar el puff en cualquier rincón de la sala de estar o del salón para rellenar o para dar más volumen y textura a la decoración.
Puffs en el dormitorio
Ahora vais a ver que los puffs son también una buena opción para ponerlos en el dormitorio, tanto en el de matrimonio, como en el juvenil.
A los pies de la cama
El lugar en donde más se ven los puffs en los dormitorios es a los pies de la cama, haciendo las veces de un mueble auxiliar llamado pie de cama, una especie de banco con almacenamiento donde sentarse a calzarse o a vestirse. Así, el puff se convierte en un pequeño baúl de lo más útil para guarda zapatos, ropa de cama o lo que necesitéis almacenar.
Como asiento para el tocador
Otra idea que nos ha encantado es usar el puff como asiento para el tocador, ya que es funcional a la vez que decorativo y, al acabar de usarlo, puedes ponerlo debajo. Eso sí, aseguraos de que no sea demasiado bajo y que, una vez sentados o sentadas, os veis bien en el espejo.
Extra: Un puff en el recibidor
El recibidor es otro de los espacios de la casa en los que puede quedar bien un puff, debajo del colgador de abrigos y bolsos, por ejemplo. Es un espacio ideal para sentarse a descalzarse y ponerse las zapatillas de estar por casa, que pueden estar allí guardadas. Como resultado tenemos un espacio de lo más acogedor para dar la bienvenida.
Seguro que hay más espacios de la casa en los que ahora os habéis dado cuenta que es perfecto colocar un puff para ganar un asiento y un pequeño arcón, así que daos una vuelta por vuestro piso o casa, detectad esos rincones y comprad aquel puff, ya sea redondo, cuadrado o rectangular, que mejor encaje.