Los tradicionales techos de amianto, que se usaban con mucha frecuencia hasta hace algunas pocas décadas en las casas y negocios, se vienen retirando progresivamente, y sustituyendo por materiales más nuevos y seguros. Detrás del simple aspecto estético, hay una razón de mucho más peso, que lleva a que este cambio se está dando.
El amianto, o asbesto, como se le conoce popularmente, es un material de construcción, componente del microcemento, que fue utilizado por mucho tiempo como techo en viviendas y áreas de trabajo, hasta que se confirmó que la prolongada exposición ante el mismo puede provocar serias complicaciones respiratorias.
Este material es altamente contaminante para el sistema respiratorio cuando se está cerca de él. La razón es que expulsa micropartículas, que al introducirse en los pulmones, se acumulan y suponen un gran riesgo de generar asbestosis, que consiste en una especie de fibrosis pulmonar, además de otras afecciones cancerígenas.
Fue muy utilizado entre los años 60 y 80, por sus altas propiedades aislantes, químicas, mecánicas y de gran resistencia, pero se dejó su uso a partir de los 90, y se prohibió su uso definitivamente a principios de 2000. Por eso, actualmente, se retira de todos los lugares donde haya sido instalado y se sustituye por materiales que no sean peligrosos.
De hecho, hay empresas de retirada de amianto que solo se dedican a sacar este material, para lo cual están debidamente certificadas. Cualquiera no debe hacerlo, por el riesgo que representa, y por eso solo lo debe hacer personal altamente cualificado, con el proceso adecuado.
Para hacer un trabajo efectivo y seguro, utilizan equipos de seguridad altamente sofisticados, que ayudan a retirar el material con el mínimo riesgo de contaminación. Asimismo, lo desechan luego, siguiendo estrictos protocolos y procedimientos especiales.
Formas de extracción del amianto
Estas compañías utilizan diversos métodos para extraer el asbesto de los lugares donde está, de forma segura para sus trabajadores y para quienes los habiten. Procuran en todo momento evitar que el material ingrese en los pulmones y pueda afectar a las personas.
Para saber como se elimina el amianto, hay que revisar las técnicas utilizadas y comprender mejor su funcionamiento.
Entre ellas, resaltan:
Extracción húmeda controlada: es una forma práctica de retirar el material sin que genere el perjudicial polvo que tanto daño hace a los pulmones. Solo hay que aplicar una solución acuosa especial y proceder a retirar las placas del asbesto de forma segura.
Extracción seca: esta es la técnica menos recomendable, porque al hacerlo así se sueltan grandes cantidades de polución de amianto al ambiente, que pueden afectar tanto a los trabajadores que lo retiren, como a vecinos y a la comunidad en general.
En ambos casos, una vez retiradas las láminas de los techos, hay que proceder a envolverlas con plástico, para evitar que el polvo de asbesto se libere y afecte de forma indirecta a las personas que pasen cerca del lugar.
Al transportarlo a su depósito final de desecho, también se debe tener cuidado con romper los envoltorios, para que no contamine al medio ambiente. Se debe trasladar con todas las precauciones del caso.
Solo hacerlo con empresas especializadas
Nunca se debe retirar ninguna estructura de amianto por cuenta propia, se debe llamar a empresas especializadas para que lo hagan correctamente y con las medidas de seguridad del caso.
Estas utilizan los equipos de seguridad adecuados, para evitar que las partículas de amianto puedan ingresar en los pulmones o al torrente sanguíneo de las personas que estén cerca. Solo así se puede garantizar la seguridad, tanto de la familia, como de los trabajadores, bien sea en el hogar, oficina, o negocio.Si tienes techos de asbesto en algún lugar, debes pensar en retirarlo lo antes posible, con el apoyo de las agencias especializadas en el área. Solo busca la indicada en internet, contacta con ella y saca ese material perjudicial de tu entorno, por tu salud y la de los tuyos.