En cualquier tipo de vivienda, la comodidad de sus habtiantes es esencial. Un aspecto clave en el confort es la temperatura interior del piso o casa, que se puede ver afectada por la filtración de aire frío o caliente desde el exterior si el aislamiento de la construcción no es el adecuado. Es por esto que el aislamiento térmico de una casa mediante distintas técnicas es una solución importante para asegurar un ambiente confortable y eficiente energéticamente.
¿Por qué es tan importante el aislamiento térmico?
La función principal del aislamiento térmico es evitar que el aire frío o caliente del exterior penetre en el interior de la vivienda, manteniendo una temperatura agradable en el interior y reduciendo así la necesidad de utilizar sistemas de climatización que consumen energía, ya sea calefacción, ya se aire acondicionado. El aislamiento térmico, además, también es beneficioso para la acústica, ya que puede reducir el ruido procedente del exterior, así como para mejorar la acústica del sonido en el interior, ya sea de las conversaciones o algún instrumento que toquemos, por ejemplo. Ahora vamos a conocer algunas medidas que se pueden llevar a cabo para mejorar el aislamiento térmico.
Aislamiento térmico de los techos
Existen varios métodos que se pueden realizar para aislar techos. Existen varios métodos para aislar techos y mejorar el aislamiento térmico de una casa. A continuación, te explicamos algunos de las opciones más comunes:
Aislamiento en frío
Consiste en colocar el material aislante entre las vigas del techo, manteniendo una cámara de aire entre el aislante y el tejado. Se suelen utilizar materiales como lana mineral, el corcho proyectado o la espuma de poliestireno.
Aislamiento en caliente
En este caso, el aislante se coloca sobre el tejado, encima de la capa de impermeabilización, y es recomendable en aquellos casos en los que el tejado es demasiado bajo y no permite la colocación del aislamiento en frío. Se utilizan materiales como los paneles rígidos de espuma de poliestireno extruido o la lana de roca.
Aislamiento por soplado
El aislamiento por soplado consiste en insuflar el aislante en la cámara de aire entre el techo y el aislante ya existente. Es un proceso rápido y efectivo, ya que no requiere la eliminación del aislante anterior, y se utilizan materiales como la celulosa o la lana mineral.
Impermeabilización de fachadas
Una vez está solucionado el aislamiento por la parte del techo, hay que pensar en las fachadas y en su impermeabilización. En este asopecto, hay varios métodos, pero hoy nos vamos a centrar en impermeabilizar con corcho proyectado.
¿Pero, qué es esto? Pues el corcho proyectado es un material que se obtiene a partir de la corteza del alcornoque y recibe un tratamiento para que sea resistente al agua y al fuego. Al proyectarlo sobre las fachadas, se crea una capa continua que protege la estructura del edificio de la entrada de humedades y de la penetración de aire frío o caliente. Además, tiene una gran capacidad de aislamiento térmico y acústico, lo que contribuye a mantener una temperatura interior estable y reducir el ruido exterior.
Cambio de ventanas
La tercera medida es el cambio de ventanas, ya que son una de las principales vías de escape del calor en invierno y de entrada del mismo en verano. Para evitarlo, se recomienda el cambio de ventanas por otras de doble o triple acristalamiento (estas tienen una o dos cámara de aire entre los vidrios que actúa como aislante y reduce la pérdida de calor) con marcos de PVC, lo que permite mejorar el aislamiento térmico y acústico de la vivienda.
En resumen, el aislamiento térmico de techos y la impermeabilización de fachadas con corcho proyectado, así como el cambio de ventanas, son soluciones importantes para mantener una temperatura agradable en el interior de la vivienda y prevenir la aparición de humedades en las paredes, lo cual contribuye al confort de los ocupantes, y a la mejora de la eficiencia energética de la vivienda, así como la calidad del aire que circula por el interior.