En la decoración de un hogar entran en juego decenas de elementos y de detalles, como pueden ser los muebles, los textiles, los objetos decorativos, la pintura y la iluminación. La combinación de todos estos elementos puede hacer que una estancia adquiera estilos tan distintos y diversos como el vintage, el contemporáneo o el industrial, así que hay que elegirlos con criterio y en consonancia para que, juntos, conformen el estilo que deseamos o una mezcla de un par.
Hoy nos vamos a centrar en daros consejos sobre cómo elegir la pintura y la iluminación del hogar, dos elementos que están más relacionados de lo que parece, pues entran en juego la luz y la percepción del color, que están íntimamente ligados, así que analicemos el asunto.
Cómo elegir la pintura
Primero vamos a daros algunos consejos sobre cómo elegir la pintura, muy atentos.
Considera cada habitación por separado
La clave para elegir la pintura es analizar cada habitación por separado y determinar su función para elegir colores más suaves o más fuertes. Así, si es una sala de entretenimiento y de juegos, se pueden elegir colores más llamativos y vibrantes, mientras que para dormitorios o salas de estar, son mejor colores pastel o más relajantes.
Ten en cuenta la luz
Como hemos mencionado al principio, la percepción de los colores puede variar dependiendo de la iluminación, tanto si es natural y viene de fuera, como si es artificial y viene del interior. Tened en cuenta la temperatura de luz de los distintos momentos del día, así como de las bombillas que elijáis, pues puede cambiar por completo la apariencia de la pintura.
Analiza la paleta de colores de cada estancia
Para acertar a la hora de elegir la pintura no solo hay que adaptarla a la función de cada estancia, sino que hay que tener en cuenta la paleta de colores que predomina a la estancia, así que fijaos bien en el color de los muebles y de los textiles para que todo vaya en consonancia.
Elige bien los acabados de la pintura
En relación con el color y con el tipo de luz que recibe, así como de la facilidad de lavado, también va a ser importante elegir una pintura con acabado mate, satinado, semibrillante o brillante, por lo tanto, ten en cuenta este factor antes de decidirte.
Cómo elegir la iluminación
Ahora que ya sabéis cómo elegir la pintura, tanto sus colores como sus acabados, hablemos también de la iluminación.
La función de cada espacio
Al igual que ocurre con la pintura, hay que adaptar la iluminación a las tareas que se desempeñan en cada espacio, a la función que tienen. Así, para cocina o baños hay que elegir una iluminación fría y potente, mientras que para salas de estar o dormitorios hay que poner una luz más tenue entre natural y cálida para que resulte más relajante y acogedora.
Distintas capas de iluminación
La iluminación forma parte del interiorismo de un hogar, así que hay que tener en cuenta distintas capas. Se empieza con una iluminación general que dé luz ambiental y uniforme, para luego añadir focos de luz en distintas áreas donde se necesita un refuerzo para una actividad en cuestión, como leer o cocinar, así como sobre elementos que queréis que destaquen, como cuadros o esculturas.
Lámparas como elementos decorativos
Además, las lámparas no solo actúan como fuente de luz, sino que ellas mismas son elementos decorativos, por lo tanto, son una oportunidad para añadir un toque de estilo y reforzar la decoración de ciertos rincones y muebles.
Hasta aquí nuestros consejos para que elijas bien tanto la pintura como la decoración del hogar y que, conjuntamente, creen atmósferas únicas.