Hoy en día, gracias a las cámaras de seguridad wifi, podemos tener en nuestra casa todo un sistema de videovigilancia sin apenas usar cables. Y lo mejor es que cualquiera puede hacerlo, no hace falta ser Mcgyver para instalar uno de estos sistemas.
Soy una experta en bricolaje, soy una experta en bricolaje
En mi caso -que seguro que no será el único- llevaba tiempo dudando sobre si poner una cámara wifi exterior en el patio (como las del enlace). Lo que me echaba para atrás era el montaje, pensaba que iba a ser algo complicado, más propio de gente manitas -No, no soy precisamente el presentador de Bricomanía-.
El tema es que hará un par de semanas me armé de valor y empecé a buscar por internet. Aquí tengo que decir que se me fué un poco de las manos, porque en vez de comprar una cámara para el patio acabé comprando un Kit de cámaras de Circuito Cerrado. Vamos, un sistema de vigilancia al completo.
Las siguientes horas ya te puedes imaginar. Las pasé dándole vueltas a la cabeza sobre si sería capaz de armar algo así. Los tutoriales de Youtube en vez de darme ánimos me transmitían congoja, me ponía cada vez más nerviosa… Hay… ilusa de mí.
Pero bueno, no soy de rendirme fácil, la verdad.
El Día D
Y así llegó el día D, el día del montaje. Ya sabía qué día iba a ser así que me levanté temprano -debo ser la única que madruga estando de vacaciones-, y me fui preparando. Poco que contar… hasta las 12, hora que suena el timbre y nada, solo era el repartidor con un paquetito gigante.
Al principio no sabía cómo empezar, estaba sola, no había a quién acudir. Eso sí, tenía la experiencia de unos cuantos tutoriales de Youtube. Ya sabía lo que era un cable UTP, coaxial, un DVR, NVR y no sé qué más cosas. Al final decidí empezar con el manual de instrucciones.
Paralelamente, iba poniendo tutoriales y quedándome con las instrucciones de instalación. Poco a poco fui descifrando ese enigmático croquis que aparecía en el manual, y ¿Sabéis qué? No era tan difícil, acabé montando todo en una tarde. Al final lo que hace falta es paciencia y unas cuantas herramientas. Es poco más que montar un castillo de Playmobil o una mesita del Ikea. Eso sí, hay que atreverse.
Con todo esto quiero animaros a que intentéis las cosas, a que no os acobarden situaciones aparentemente complicadas. El que lo intenta, puede conseguirlo, el que no, jamás lo hará.
Un saludo y agradecer a la Administradora por dejarme escribir en este maravilloso Blog.